domingo, 1 de noviembre de 2009

Signos de Fuego

Los tres signos de Fuego en la Astrología son: Aries, Leo, y Sagitario. ¿Cuáles son sus características generales? Aquellos nacidos en signos de fuego van manteniéndose ardiendo lentamente hasta llegar al punto justo, mientras buscan constantemente aquellas cosas que los encienden hasta hacerlos brillar. Son propensos a tener súbitos destellos de iluminación visionaria y ráfagas de entusiasmo. Como el fuego mismo, pueden encenderse cuando están inspirados y esto los hace verse a ojos de los demás como seres muy apasionados por la vida. Siempre buscan vivir a lo grande, y se sienten frustrados usualmente por las cosas mundanas o las rutinas y obligaciones.

Los signos de fuego suelen ser muy intuitivos, y usualmente confían en un instinto a nivel visceral. Seguir un objetivo basándose en la fe sobre sus propias intuiciones suele llevarlos muy lejos, pero a la vez tiene una tendencia a saltarse pasos cruciales, o a ser totalmente inconcientes del impacto emocional de sus actos.

¿Cómo se diferencian los tres signos de Fuego entre sí? A través de las Cualidades dentro de las propias Triplicidades de los elementos. En el caso del fuego: Aries es Cardinal, Leo es Fijo y Sagitario es Mutable.

Fuego y Agua: El gran don del fuego es su capacidad para inspirar, y esto resulta altamente atractivo para el deseo del agua de hallar el sentido. Una persona generosa de fuego le enseñará a otra de agua como estar presentes en el momento que viven, sin dejarse caer bajo el peso de la mochila psicológica que estén cargando. El agua lleva al fuego a través de un viaje emocional, que le enseñará a ver cómo se relaciona con los demás. En su peor forma, o tal vez en su forma más fuera de balance, el fuego puede borrar o apartar al agua, siendo totalmente abrumador. El agua puede asfixiar al fuego cuando lo único que tiene para ofrecerle es una intimidad claustrofóbica e insular.

Fuego y Tierra: Muchas veces el fuego tiene muchas ideas visionarias que la tierra puede ayudar a darles forma tangible. Esto puede hacer que la pragmática tierra se sienta apreciada y necesitada, sin mencionar que el entusiasmo del fuego es por demás contagioso. Si la persona de tierra se vuelve demasiado lenta o laboriosa para el signo de fuego, ésta dupla caerá fácilmente en la frustración. A los ojos de alguien de tierra, alguien de fuego puede ser visto como irrealista, o incapaz de realizar el esfuerzo o el trabajo necesarios para que algo llegue a suceder.

Fuego y Aire: Cuando el fuego y el aire se mezclan, puede resultar en mucho pensamiento inspirado. El fuego ayuda al aire a mantener un foco cuando esta disperso, y le agrega optimismo a cualquier plan que ambos puedan haber desarrollado. El aire puede articular lo “macro” para el impulsivo fuego, mientras que el fuego puede lograr que no todo sea puro hablar y nada de acción. Esta dupla se mantiene mutuamente entre pinzas, abriéndose mutuamente las puertas de la percepción y encontrando siempre nuevos modos de asombrar o maravillar al otro.

Fuego y Fuego: Cuando el fuego se encuentra con el fuego, la vida puede volverse una aventura exuberante. Es una pareja en donde es vital la constante estimulación, e inspiración del otro. Las dificultades surgen cuando dos personalidades temperamentales se enlazan en una lucha de poder por el dominio. Si solamente hay drama, sin fundamento emocional, esta dupla pronto se encontrará ardiendo mutuamente hasta quemarse por completo.

Palabras Clave: espontáneos, inspirados, entusiastas, extrovertidos, apasionados, egocéntricos, visionarios, dramáticos, instintivos.

El Elemento Fuego en la Astrología:

Cuando el elemento fuego esta presente, existe una radiación cálida, una confianza en encarar la vida y una capacidad para asumir riesgos voluntariamente. Cualquier fiesta o celebración será mucho más animada con la presencia de alguien de fuego recargado o en su mejor momento. Son grandes catalizadores para el juego, y capaces de sacar la espontaneidad de aquellos que los rodean. Debido a que sienten en sus vidas el potencial y también una leve pizca de destino, tienden a tratar de liderar a otros hacia sus propios destinos también.

Los signos de fuego actúan por instinto o un sexto sentido, cosa que los hace ser percibidos por aquellos más responsables como imprudentes. Cuando en la realidad, están siguiendo una poderosa intuición que los mantiene siempre a la vanguardia de nuevas experiencias.


El fuego esta imbuido de la chispa divina, y esta chispa es capaz de expandirse a aquellos quienes lo rodean. Tienen un deseo por la vida que muchas veces resulta envidiable. Aquellos más terrenales tratarán de tirar un paño frío sobre su entusiasmo, por lo que el fuego siempre deberá estar vigilante y atento de cuidar su luz. Es importante para ellos tener alrededor gente que los aliente y los anime, manteniendo la llama de su interés encendida.

Pero el fuego que solamente piensa en sí mismo aprende la sabiduría de los otros elementos de la forma más dura. Los signos de fuego seguirán arremetiendo contra la resistencia, hasta que en algún momento tengan la voluntad suficiente para darse cuenta que no existen los atajos en la vida. El fuego deberá comprender que cada uno de los otros elementos tiene algo que ofrecer, y a cambio, él brindara su propia luz nutritiva como los rayos del sol.

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